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Nacionalsocialismo

Trabajo de Investigación: DEL NACIONALSOCIALISMO Y FASCISMO A LOS GRUPOS NEONAZIS

Trabajo de Investigación: DEL NACIONALSOCIALISMO Y FASCISMO A LOS GRUPOS NEONAZIS

INTEGRANTES DEL GRUPO:

Alejandro Álvarez

Víctor Covarrubias

Javier Norambuena

Temy Reyes.

CURSO: 4°N

INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN

Para introducirnos en el tema se debe destacar que entre los acontecimientos más importantes y decisivos del siglo XX se encuentra el surgimiento del Nacionalsocialismo en Alemania. Esa doctrina política, social y racial le arrebató al comunismo las masas obreras alemanas, unió a todas las clases sociales y les dio el impulso necesario para salir de la terrible crisis que sucedió a la Primera Guerra Mundial.

Muy pronto la nueva Alemania asombró al mundo con su carácter. En lo económico, a pesar de haber despreciado el patrón oro, se volvió cada vez más pujante mientras que en lo militar se convertía en la nación más poderosa de la Tierra.

Aquí se expone con imparcialidad una doctrina que ya pertenece a la historia contemporánea; en cuanto al juicio de la misma, aquí se encontrarán los elementos suficientes para que cada lector emita el suyo propio.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

El movimiento Nacionalsocialista surge en Alemania a principio del siglo XX, producto del descontento del pueblo germano al negociarse el Tratado de Versalles en 1919, que le dio una solución final al conflicto de la gran guerra (Primera Guerra Mundial):este tratado de paz al pueblo alemán no lo beneficiaba en absoluto, pues la economía de la República del Weimar estaba en el suelo y el riesgo país bordeaba el colapso, por motivos de los altos costos de la guerra y la gran cantidad de capital que se invirtió con el fin de indemnizar a los países enemigos triunfadores del conflicto. Además, conjuntamente la grave crisis de la década de 1920 acrecentó aún más el descontento del pueblo alemán, sobre todo si consideramos el día 24 de octubre de 1929, día en que los valores cotizados en Wall Street obtuvieron los precios más bajos en la historia humana. Es la gran depresión.

En Alemania se vivía un caos político, debido a que la sociedad buscó en ideas radicales la solución de una basta lista de problemas que los aquejaba desde el término de la gran guerra.

Instituciones como el Partido Obrero Alemán, posteriormente denominado Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (Nationalsozialistiche Deutsche Arbeiter-Partei NSDAP) conocido comúnmente como Partido Nazi, constituido por Adolf Hitler. Paralelamente al partido anteriormente nombrado, se encontraba muy organizado el Partido Comunista Alemán (KPD).

El Partido Nacionalsocialista estaba caracterizado principalmente por las influencias de las tradiciones románticas alemanas opositoras al racionalismo, al liberalismo y la democracia: diversas doctrinas racistas según las cuales los pueblos nórdicos (raza aria) no solo la superioridad física los hacía diferentes a otras razas, sino que también lo era su cultura y moral. Doctrinas filosóficas como la de Friedrich Nietzsche que idealizaba al estado o rendía culto a individuos superiores quienes eran privilegiados de obedecer las limitaciones convencionales. Este hecho conlleva a que dentro de las bases de la ideología Nacionalsocialista esté profundamente marcado el sentimiento de discriminación racial y antisemitismo (Völkisch) hacia grupos minoritarios como es el caso de los judíos, gitanos, homosexuales. Es importante destacar, que el sentimiento de rechazo hacia los judíos se debe principalmente a la ocupación laboral de ellos (comerciantes, banqueros, profesionales liberales prensa) que no hacía mas que exacerbar, en ocasión, los sentimientos ya arraigados en el pueblo alemán. El principal motivo de antisemitismo alemán fue por obra del general y experto en geopolítica Karl Ernst Haushofer, quién declaró la especificidad de los pueblos y razas, y la de un lazo estrecho entre el pueblo (naturaleza) y su civilización (cultura), o sea, cada individuo debe habitar donde su raza originalmente se estableció.

El nacionalsocialismo al asumir el poder en 1933, el poder queda en manos de Adolf Hitler, quién luego de persecuciones antisemitistas y afán expansionista provoca las segunda guerra mundial, un conflicto que dejará como resultado millones de victimas.

Adolf Hitler

Constituye el Partido Nacionalsocialista en 1920 con el fin de renacer el espíritu alemán, herencia de sus antepasados prusianos.

Crea este movimiento político armado para obtener el poder y vengar así las consecuencias del Tratado de Versalles (1919), en el cual el pueblo alemán debía pagar los daños de la guerra.

Este líder político alemán vivió en carne propia los sufrimientos del pueblo germano en la primera guerra mundial debido a que él perteneció al ejército de su país en las trincheras occidentales de Europa.

Para acceder al poder, Hitler en su afán de alcanzar la gloria, da un golpe de estado, pero al fallar, es enviado a la prisión con el cargo de desorden público e intento de abolir la República de Weimar. En prisión, dicta a su gran colaborador Rudolph Hess el tan mencionado y aborrecido libro Mi Lucha (Mein Kampf) el cual es el fundamento ideológico del nacionalsocialismo hasta entonces.

Por su gran amor a la patria y entrega valerosa, culpa a los judíos, comunistas y cientos individuos sin patria de la derrota alemana en la gran guerra. Por ello decide por la vía política y posteriormente armada tomar el poder de la República de Weimar y transformarla así en el III Reich y en ella al mando Adolf Hitler, Führer de la Alemania Nazi.

Por la acción de su gran ejército, invade Polonia el 1 de septiembre de 1939 y luego Checoslovaquia. Jamás el pueblo alemán sospechará que el gran líder de su república, quién les prometió prosperidad y felicidad, los llevaría a un conflicto armado aún con consecuencias peores que la gran guerra acontecido solo algunas décadas.

Solución final

Hitler junto con sus asesores (Himmler, Hess, entre otros) denominaron así al genocidio de millones de seres humanos que por manifestar la religión judía y que por tener una condición como gitano u homosexual, izquierdista, testigo de Jehová, según el Führer debían morir en campos de exterminio como Auschwitz, Treblinka, Buchenwald, Belzec, Chelmno, Sobibor, Bergen-Belsen, Gross-Rosen, Kaiserwald (Riga), Majdanek (Lublin), Natweiler-Struthof y Neuengamme. Entre 1933 y 1945 murieron alrededor de 6 millones de inocentes personas.

Los Nazis personificados por miembros del ejercito de las SS torturaron, sometieron a estas personas solo por el hecho que a su parecer no eran una raza pura y eran considerados como una amenaza al III Riech.

La doctrina nacionalsocialista establece el odio, repudio de los individuos que no pertenecen a la raza aria, ya que son un peligro para el fin expansionista de Hitler y sus ejércitos.

La pena de estos horribles genocidios fueron dictadas en el juicio de Nuremberg en 1946, donde se juzgó a la gran mayoría de líderes políticos de la Alemania Nazi, quienes estuvieron directamente relacionados con el inicio de la segunda guerra mundial y la violación a los derechos humanos acontecidos durante el transcurso del conflicto bélico.

Actualidad

Hoy en día el nacionalsocialismo posee aún simpatizantes, los Neonazis, que es un término que se utiliza para referirse a los grupos posteriores a la Segunda Guerra Mundial que continúan apoyando las ideas racistas, antisemitas y nacionalistas del Nacionalsocialismo de Adolf Hitler en el Tercer Reich.

En Latinoamérica, los movimientos neonazis se encuentran presentes en casi todo país que albergue a por lo menos una minoría blanca. Existen neonazis en países donde predomina población europea, como también en países de predominio mestizo, e incluso en países donde indígenas constituyen mayorías. Sin embargo, la membresía de estos grupos es variable, y sus números no necesariamente coinciden a la proporción de población blanca. En un país de predominio mestizo, por ejemplo, la membresía o las actividades públicas de estos grupos puede ser mayor incluso que la membresía o actividades públicas de aquellos grupos de un país de predominio blanco.

Uruguay:
Recientemente han surgido pequeños focos de grupos neonazis, quienes se manifiestan representando la esvástica en diferentes sitios públicos por medio tanto de pinturas como de maderas en forma a escala. También recientemente realizaron un ataque violento hacia un miembro del movimiento punk de este país, además de dañar estructuras públicas y privadas dejando su rastro.

Argentina:
En la Argentina hay grupos como Partido Nuevo Triunfo, prohibido desde que se fundó, debido a su ideología antisemita y el uso de la esvástica como símbolo, y el extinto PNSOP fundado por el ex-comisario Alejandro Franze.

Chile:
Desde los primeros años de la aparición del nacionalsocialismo en Alemania se fundaron diversas colectividades, principalmente entre la colonia de ascendencia germana. El Movimiento Nacionalsocialista de Chile fue el segundo partido nacionalsocialista del mundo, luego de la fundación del NSDAP de Adolf Hitler. Este movimiento cautivó a gran parte de los grupos nacionalistas de la época, dejando de ser una agrupación con carácter de colonia para ser un movimiento de carácter nacional, en donde participaron ciudadanos de diversa ascendencia, entre los que destacó el chileno descendiente de alemanes Jorge González Von Marées, dirigente del MSNCH.

A principios de los años 1960 fue fundado el Partido Nacionalsocialista Obrero por el chileno Franz Pfeiffer Richter. Heredero de toda esa corriente política y de la mística del nacionalsocialismo destaca el escritor Miguel Serrano, transformándose en líder mundial del nacionalsocialismo esotérico.

Durante los últimos años han aparecido diversas agrupaciones enmarcadas dentro del nacionalsocialismo histórico, tal como el Partido Patria Nueva Sociedad, fundado por Alexis López Tapia. También destacan una gran cantidad de agrupaciones formadas por skinhead neonazis, principalmente en las ciudades de Valparaíso, Santiago y las del sur del país, siendo protagonistas de acciones de violencia a grupos de personas consideradas como “factores indeseables para la sociedad” desde su punto de vista (inmigrantes, travestis, homosexuales, hip-hoperos, punks, drogadictos y ladrones).

Ellos fundamentan sus actos de violencia y segregación con la defensa de los valores patrios y cristianos, los cuales se han visto amenazados por la globalización y el pluralismo sexual. Más aún, en el último tiempo ha salido a flote este tema por la muerte de dos jóvenes punks a manos de grupos que se autodenominaban como naziskins, la intimidación a algunos escolares en toma durante la Revolución de los pingüinos y el ataque a inmigrantes. Sin embargo, Carabineros de Chile ha creado un organismo de inteligencia para analizar la situación y desarticular estas organizaciones ilícitas. Según los partidos de gobierno, actualmente operan en Chile cerca de 350 agrupaciones de carácter neonazi.

ELEMENTOS DOCTRINALES

ELEMENTOS DOCTRINALES

La base ideológica del nacional-socialismo la designan sus fundadores con el nombre de "nueva concepción del mundo" (Weltanschauung). Ello significa tanto como una nueva representación de la vida, otra imagen, sino nueva, como quieren los nacional-socialistas, muy diferente, por lo menos, de la que imperaba en Alemania después de la guerra grande. Es algo así como un nuevo clima, otro ambiente moral en el que los espíritus ven las cosas desde otro punto de vista.

Complementaria de esta concepción es la afirmación relativa al pueblo alemán, que se concibe como una hermandad (Volksgemeinschaft), teniendo como distintivo el ser una comunidad cultural y racial.

La sociedad alemana no está concebida como una agregación de individuos, como lo hace una concepción individualista y abstracta que ha venido imperando en la política liberal democrática y de las concepciones abstractas del revolucionarismo francés. Alemania, a semejanza de la concepción italo-fascista, es una realidad espiritual histórica con caracteres distintivos.

Todo lo que no esté conforme con este punto de vista, no puede ser nacional-socialista. Y es indudable que para un viejo liberal esa idea de la comunidad superior de la nación y esos deberes que ello engendra, con las correspondientes limitaciones y subordinaciones en bien de la comunidad, resultará algo inconcebible y rechazable. Pero lo cierto es que las grandes reformas que se consignan en el programa del partido no pueden concebirse sino en armonía con tales bases ideológicas.

La doctrina que promovió Hitler se caracteriza por su racismo, nacionalismo, autoritarismo y pangermanismo:

Racismo: Se fundaba en gran parte en la “teoría racial” que proclamaba la superioridad de una supuesta “raza alemana”; declaraba racialmente inferiores a los judíos, a la raza negra y, sobre todo, a aquellos provenientes de mezclas de razas. En Mein Kampf, Hitler llamaba a los judíos el enemigo absoluto de Alemania, responsable de todos los males e organizador del capitalismo.

Nacionalismo: Difundió el amor hacia la patria a la cual se debía subordinar el individuo, pronunciándose contra todo lo que tenía carácter internacional, como la Iglesia Católica, el marxismo y el capitalismo.

Autoritarismo: Uno los pilares del nazismo fue el culto al líder. El partido nazi se basaba en una rígida jerarquía en donde la obediencia al jefe era la regla.

Pangermanismo: La unión de los pueblos germanos se vio como el primer paso de la expansión de Alemania por el mundo para recuperar su “grandeza” de antaño.

El nacionalsocialismo no se conforma con la sola existencia nacional fundada en la soberanía e independencia, sino que también se basa en la total defensa de los valores nacionales desde todo punto de vista: ya sea religiosos (Cristianismo Católico), raza (Blanca aria), como también cultura (Europea), moral (Cristiana-Europea) u otras culturas (latinos).

El nacionalsocialismo es más extremista aún sobretodo en el tema racial-religioso, en la cual el fascismo es solo xenófobo. En cambio el nacionalsocialismo es declaradamente AntiJudaico.

El porque al rechazo de los que profesan la religion judia (según alguien que comparte el pensamiento nacionalsocialista)

Se creen los únicos elegidos por dios, todas las demás personas son bestias de forma humana y todas las blasfemidades hacia Jesucristo, la Virgen María, y el Cristianismo, pues ellos no consideran a cristo como el verdadero Mesías, cuyos valores se plasmaron creando la religión cristiana gracias a sus apóstoles que eran judíos, y dejaros esa religión traidora a la causa de dios convirtiéndose en los primeros cristianos.

La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la Naturaleza y coloca en lugar del privilegio eterno de la fuerza y del vigor, la masa numérica y su peso muerto. Niega así en el hombre el mérito individual e impugna la importancia del nacionalismo y de la raza abrogándose con esto a la humanidad la base de su existencia y de su cultura. Esa doctrina, como fundamento del universo, conduciría fatalmente al fin de todo orden natural concebible por la mente humana. Y del mismo modo que la aplicación de una ley semejante en la mecánica del organismo más grande que conocemos, provocaría el caos, sobre la tierra no significaría otra cosa que la desaparición de sus habitantes.

Filosofía en torno al nacionalsocialismo

Tres direcciones filosóficas dominaban las Universidades alemanas y eran todavía artículo de exportación, dos de ellas sin eficaz competencia. El positivismo, la más vieja, con el impulso que le había impreso Ernst Mach en el último cuarto de siglo, y que se prestigiaba en algunos círculos de científicos aficionados a filosofar. En posición, de alguna manera contraria, por cuanto afirma la ontología, hay que situar la escuela de Brentano, autorizada después por Meinong, Husserl, Nikolai Hartmann. La tercera tendencia acentúa la «vida», con algún desprecio para las construcciones racionales. Aunque compleja de matices, puede reducirse a filosofía de la «vida» y filosofía de la «existencia».

El positivismo se resiente, o, mejor dicho, «es», casi en su totalidad, curva de acoplamiento, efecto histórico. Imperaba entonces el industrialismo en la economía, con su secuela espiritual de atención unánime hacia la eficacia y las medidas, con la utilidad como criterio de esta eficacia, con la vida de ciudad y sus emociones como ambiente, con desprecio u olvido de lo espontáneo y primigenio y una tremenda ceguera para las realidades exteriores a los laboratorios, para las realidades surgidas en el aire limpio, bajo la mirada plácida o tempestuosa de los cielos.

Fuera del positivismo, y contrapuesta a él, se coloca la escuela de Brentano, influida por la filosofía escolásticoaristotélica y con un sentido muy agudo para interpretar los contenidos de conciencia y ver en ellos lo que los desborda. Brentano recoge la idea escolástica de «internacionalidad» de nuestra mente, y con ello abre en la filosofía un período muy rico

Las tendencias vencedoras en Alemania, al subir el Nacionalsocialismo, estaban influidas, unas, por el ambiente general científico –lo que explicaba la coincidencia entre pensadores distintos–; otras, quizá por disposiciones raciales: el idealismo de los judíos Cohen y Husserl; el vitalismo de Simmel, judío, influido por Bergson, que también lo era, y las ideas de Scheler, que ha sido llamado recientemente «semijudío». Frente a tales formas están las que constituyen la concepción del mundo nacionalsocialista, con independencia y aplicaciones políticas.

El sentido filosófico del movimiento nacionalsocialista consiste en buscar una concepción que sea la que automáticamente corresponde a las características espirituales de la raza germánica. El nacionalsocialismo reacciona contra el «idealismo distante» de la realidad, y quiere llevar la juventud hacia un idealismo próximo, sin contentarse con un mundo derivado de cualquier forma de «razón». Necesita satisfacciones para el hombre entero en su unidad psicofísica, tal como lo entiende la antropología

Frente a las ciencias técnicas, deben intervenir otras encargadas de formar al hombre, ordenar la comunidad y la historia. El Gran Reich alemán sólo podrá cumplir la misión mundial que le estará encomendada después de la guerra, con ayuda de una ciencia del hombre, de la dirección del hombre, de su formación y de la formación de la comunidad y de la historia.

La victoria del nacionalsocialismo no fue una victoria de masas, porque no se trató en el caso de vencer o ser derrotado, sino de servir. Cada miembro agota sus deberes y la tarea central de su vida en el servicio de la comunidad que constituye el sentido de sus personas. El Estado es el que cumple las tareas generales y el que impone los signos de presencia de una nación en la historia. Los pueblos que carecen de Estado, carecen por lo mismo de historia. El Estado no es una superestructura de tipo técnico, ni una forma social orgánica más crecida, como creía el romanticismo, sino que el Estado es el Führer. Él es el motor de la historia, y por su virtud sé pasa del orden de lo posible al orden de lo real. El partido nacionalsocialista representa en Alemania el lado dinámico frente al Estado, que es lo estático. Este dualismo Movimiento-Estado no es más que un compromiso entre la revolución y la reacción, pues el Estado, progresivamente, tiene que ser eliminado a medida que dentro del Movimiento se van formando los hombres con capacidad creadora; en especial, las promociones jóvenes educadas en el nuevo espíritu.

En la comunidad, que da las últimas instancias de esta concepción filosófica, radican la verdad y la moral. Los conceptos éticos son sólo conceptos normativos que regulan la relación entre un acto y la comunidad. La medida básica del valor hay que captarla en los valores raciales, entre los cuales destacan el del honor y el de la fidelidad. La mayor capacidad de servir al Führer da la medida de la valía de un alemán, pues el Führer es la personalidad en sentido propio, la que obra supremamente, y como tal, crea la personalidad libre: él es el creador de las leyes, y obedece sólo a la necesidad interna que le compromete con el honor racial y la fidelidad al pueblo.

Hay dos realidades culturales claras: el germanismo y el cristianismo. Este presenta una hostilidad manifiesta contra el mundo al subordinarle a medidas extramundanas. El mundo es contingente frente a Dios y las exigencias de orden moral, que son eternas. El idealismo, según Baeumler, es herencia cristiana, y por esto lo rechaza como extraño a lo germánico. La igualdad democrática proclamada por Rousseau, y el que todos seamos semejantes ante Dios, no son ideas germánicas, porque destruyen la vida al igualar las diferencias de nivel de fuerzas, y hace posible que prevalezcan quizá los valores inferiores. Los más altos para él son: la vida, la fuerza, la capacidad creadora de las razas, y en esto radican las diferencias de valor y de dignidad entre los pueblos y entre los hombres. Este es el tema capital de una gran parte de sus exposiciones. También en la interpretación de la voluntad hay diferencia entre sus puntos de vista y los más corrientes en los pueblos latinos, de herencia grecorromana y cristiana. Que la voluntad tienda hacia un fin y que en su logro se satisfaga le parece una idea «oriental», frente a la cual presenta la voluntad germánica que goza con la simple acción, en un constante fieri e incansable activismo.

No hay instancia superior a la vida y por la que pueda ésta calificarse, y el intento de buscarla se llama nihilismo, por cuanto destruye los valores vitales, los niega o los rebaja. Siendo esto así, el Estado no es entidad moral que tenga por fin establecer la justicia entre los ciudadanos, sino el instrumento por el cual una comunidad toma conciencia de su poder y da señales de eficacia en la historia. El Estado es una expresión de la lucha por el Poder. Las ideas, los valores, la verdad, enraízan en nuestra esencia de hombres, miembros de una comunidad racial que no tiene que justificarse ante nadie, porque ella misma es su justificación. La mayor tacha moral que pudiera lanzársele sería la de su ineficacia histórica. Hitler es el Jefe del pueblo alemán porque en él, de una manera misteriosa, las fuerzas inéditas del germanismo han hallado encarnación, y él es instrumento de estas fuerzas y de esta corriente vital.

Estas tendencias filosóficas, tan radicales en sus consecuencias y distantes de nuestra manera de pensar, son un hecho europeo, y no debe ignorarse, como tampoco se ignoró en su tiempo el mensaje original, y no menos extraño de Nietzsche. Este pueblo alemán, que ha dado al pensamiento las formas más originales de especulación, presenta ahora variedades verdaderamente revolucionarias; pero no más revolucionarias que la presente guerra y la tremenda crisis espiritual en que se debate el mundo.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA, ECONÓMICA Y SOCIAL.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA, ECONÓMICA Y SOCIAL.

La estructura del estado era el Tercer Reich, que se desarrolló durante el periodo histórico en el que el Partido Nacionalsocialista gobernó en Alemania (1933-1945). Anteriormente, el estado se medía mediante el régimen de La República de Weimar, instaurado en Alemania tras la disolución del II Reich al finalizar la primera Guerra Mundial. Este régimen se vio sometido a crecientes ataques tanto de la derecha como de la izquierda durante estos años y no fue capaz de solucionar eficazmente la desesperada situación del país. Hacia 1933, muchos votantes alemanes apoyaron a alguno de los dos principales partidos totalitarios, el Partido Comunista Alemán (KPD) y el NSDAP.

El Partido Nacionalsocialista

Refleja un carácter político de carácter pangermanista, fascista y antisemita.

Hitler se unió al NSDAP, el cual tuvo su origen en el Partido Obrero Alemán. Hitler se convirtió en el líder de la formación poco después de afiliarse a ella. Durante el primer mitin del Partido Obrero Alemán en 1920, Hitler leyó el programa del partido, elaborado en parte por él; constaba de 25 puntos en los que se combinaban varias demandas nacionalistas con doctrinas racistas y antisemitas; en el punto vigésimo quinto se establecía lo siguiente como condición indispensable para el cumplimiento de los objetivos previstos: “Frente a la sociedad moderna, un coloso con pies de barro, estableceremos un sistema centralizado sin precedentes, en el que todos los poderes quedarán en manos del Estado. Redactaremos una constitución jerárquica, que regirá de forma mecánica todos los movimientos de los individuos”. Poco después del mitin de febrero de 1920, el Partido Obrero Alemán pasó a denominarse Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo, cuyos miembros estaban convencidos del valor de la violencia como medio para alcanzar sus fines, por lo que no tardaron en crear las Sturm Abteilung (sección de asalto o SA), una fuerza que se encargó de proteger las reuniones del partido, provocar disturbios en los mítines de los demócratas liberales, socialistas, comunistas y sindicalistas, y perseguir a los judíos, sobre todo a los comerciantes como función primordial.

Adolf Hitler fue elegido presidente con poderes ilimitados del partido en 1921. Ese mismo año, el movimiento adoptó como emblema una bandera con fondo rojo en cuyo centro había un círculo blanco con una cruz esvástica negra. A medida que fue aumentando la influencia del KPD, fundado en 1919, el objetivo principal de la propaganda nacionalsocialista fue la denuncia del bolchevismo, al que consideraban una conspiración internacional de financieros judíos. Asimismo, proclamaron su desprecio por la democracia e hicieron campaña en favor de un régimen dictatorial.

Tiempo después las elecciones al Reichstag, parlamento Alemán, celebradas el 5 de marzo, fueron precedidas de una masiva campaña de intimidación y propaganda por parte de los nazis para asegurarse la victoria abrumadora de su partido en los comicios. El incendio que destruyó el edificio del Reichstag el 28 de febrero favoreció sus objetivos. Se culpó a los comunistas del desastre y los nazis emitieron dos decretos de emergencia en los que se otorgaban poderes casi ilimitados. Los diputados comunistas y socialistas fueron encarcelados y el Partido Comunista Alemán fue ilegalizado. Tras estos acontecimientos, los nazis y sus aliados nacionalistas obtuvieron la mayoría por un estrecho margen de votos y no tuvieron ninguna dificultad en conseguir la aprobación parlamentaria de la Ley de Autorización en marzo de 1933, que confirmaba sus poderes dictatoriales. Unos días después se estableció la unión de los estados con el Reich que ponía fin al sistema federal y en julio fueron ilegalizados todos los partidos políticos excepto el Nacionalsocialista, que monopolizó todas las instituciones del Estado. Luego quedó instituido el Tercer Reich.

La Economía

Por el Tratado de Versalles (1919), la vida económica se vió gravemente afectada a causa de las condiciones de este acuerdo. La elevada inflación, que alcanzó un punto crítico en 1923, casi acabó con la clase media alemana, y muchos de sus miembros, empobrecidos y sin esperanzas, se comenzaron a sentir atraídos por los grupos políticos radicales que surgieron en la posguerra. Pocos años después de que se hubiera alcanzado un cierto grado de progreso y estabilidad económica, la crisis económica mundial que comenzó en 1929 sumió a Alemania en una depresión que parecía irremediable. Luego comenzó la crisis económica mundial de 1929, Alemania dejó de recibir el flujo de capital extranjero, disminuyó el volumen del comercio exterior del país, el ritmo de crecimiento de la industria alemana se ralentizó, aumentó enormemente el desempleo y bajaron los precios de los productos agrícolas.

Para Hitler, su régimen había restablecido la "primacía de la política", a la cual debía someterse la economía del Tercer Reich. Así, hasta 1939, las demandas de los industriales, los cuales tenían menores costos se enfrentaron con la necesidad de la legitimación del régimen, dotando de cierto bienestar a los trabajadores. Sin embargo, la supresión de los partidos de la oposición y las cruentas depuraciones de los contrarios al nuevo régimen no consiguieron resolver el problema de los industriales. Para ello era necesario que Hitler reactivara la economía alemana. Su solución fue crear un nuevo orden, cuyas premisas principales eran las siguientes:

-El aprovechamiento pleno y rentable de la industria alemana sólo podría alcanzarse restableciendo la posición preeminente del país en la economía, industria y finanzas mundiales.

-Era preciso recuperar el acceso a las materias primas de las que Alemania había sido privada tras la primera Guerra Mundial y controlar otros recursos necesarios.

-Debía construirse una flota mercante adecuada y modernos sistemas de transporte ferroviario, aéreo y motorizado.

-Había que reestructurar el sector industrial para obtener la mayor productividad y rentabilidad.

El desempleo fue el problema más trascendente al que tuvo que hacer frente Hitler al asumir el poder. La industria alemana producía en esos momentos aproximadamente a un 58% de su capacidad. Se estima que el número de desempleados de Alemania oscilaba entre los 6 y los 7 millones. Miles de ellos eran miembros del partido que esperaban que Hitler aplicara las promesas anticapitalistas expuestas en la propaganda nazi, acabara con los monopolios y asociaciones de industriales y reactivara la industria mediante la creación de un gran número de pequeñas empresas. Los miembros del partido reclamaban una segunda revolución. Las SA, dirigidas por Ernst Röhm, asumieron el control de las Fuerzas Armadas como parte del nuevo programa. Hitler tuvo que elegir entre un régimen nacionalsocialista sustentado por las masas o una alianza con los industriales del país y el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y eligió esta última que le pareció más válida.

Ordenamiento Social

Hitler comenzó a crear un Estado nacionalsocialista eliminando la oposición de las clases trabajadoras y de todos los demócratas. El juicio del incendio del Reichstag sirvió como pretexto no sólo para suprimir al KPD y al SPD, sino para abrogar todos los derechos constitucionales y civiles y crear campos de concentración para confinar a las víctimas del terror nacionalsocialista.

La sociedad en sí, luego del tratado de Versalles y la elevada inflación posterior, se vieron empobrecidos y sin ni la más mínima esperanza; entonces desde ese momento se vieron influenciados por los partidos políticos. Más tarde, solo existía el partido Nacionalsocialista y se vieron obligados a seguir su doctrina dictatorial. En conclusión la sociedad es reprimida y está sometida al poder.

Una ordenamiento social y político de la comunidad, fue la instauración de  la Geheime Staatspolizei (Policía Secreta del Estado), conocida como Gestapo, fue fundada en 1933 para reprimir la oposición al régimen de Hitler. Cuando se incorporó al aparato del Estado en 1936, se la declaró exenta de someterse a las restricciones que imponía la ley, y sólo debía responder de sus actos ante su jefe, Heinrich Himmler, y ante el propio Hitler.

VALORACIÓN DE LA IDEOLOGÍA

VALORACIÓN DE LA IDEOLOGÍA

El Nacionalsocialismo en su comienzo fue una ideología fruto meramente de las circunstancias que la acunaron, lo que llevo al pueblo alemán a adoptar tal política radical. Los antecedentes históricos lo confirman, toda una generación condenada al sufrimiento por causas económicas y sociales producto de exageradas indemnizaciones de guerra, el pueblo resentido busca renegar de aquel destino que le impusieron.

Esta ideología presenta aspectos muy valiosos acerca del progreso y fortalecimiento del Estado, combina muy bien el interés del ciudadano con el del Estado logrando de manera sorprendente el desarrollo de ambos, gracias en gran medida al lograr que el ciudadano sienta amor y orgullo por su nación, pero esto fue logrado y también trajo por consecuencias el desprecio por otras ideologías, un odio exagerado que causó la muerte de tantos miembros de grupos minoritarios, la violación de los derechos humanos.

Un régimen totalitario que haga uso de la fuerza y viole los derechos humanos como el nacionalsocialismo puede conseguir muchos avances para su nación pero necesariamente debe alimentarse de otras ideologías, naciones o grupos minoritarios para subsistir, lo que incrementa la división de los seres humanos. Funciona en base al bienestar nacional olvidando la unidad de la raza humana, incrementando la división también lo hacen las rivalidades y más aún cuando el uso de la violencia lo caracteriza, lo que pone muy en riesgo al ser humano al estar expuesto a la posibilidad de una guerra en una época en la que existe el poder destructivo suficiente para acabar con el planeta y con toda forma vida conocida.

Los grupos neonazis de hoy, existen como una forma de admiración infantil de esta gran ideología, no son arrastrados por ninguna circunstancia más que la que ellos mismos inventan para poder hacer uso de la violencia característica del Nacionalsocialismo alemán.

CONCLUSIÓN

CONCLUSIÓN

Finalmente, hoy se puede afirmar que los acontecimientos de esta doctrina llamada Nacionalsocialismo representan reformas nacionales y sociales que en nuestra época habrían exigido un tiempo más corto. La promesa del Führer se cumplió, puesto que el partido Nacionalsocialista se encontró luego con el día del advenimiento al poder con la madurez necesaria para cumplir la misión que la voluntad del pueblo le había confiado.

Un proceso de carácter claramente renovador, en cuyo curso ciertas tradiciones  tuvieron que ceder lugar a nuevas manifestaciones sociales y en las cuales las posiciones personales sufrieron cambios profundos, quedó sujeto a la crítica y al descontento. Siempre hay personas que no se dejan convencer de que los grandes momentos requieren también grandes decisiones. Han terminado por reconocer la obra realizada por el gobierno Nacionalsocialista altas personalidades que se habían distanciado del movimiento, como el General Lundendorff, e incluso hasta enemigos declarados del Nacionalsocialismo como Severing, antiguo ministro del Gobierno marxista.

BIBLIOGRAFIA

Mi Lucha (Mein Kampf) de Adolf Hitler.
Wikipedia.org, la enciclopedia libre.
MSN Encarta.
http://www.filosofia.org/hem/194/esp/9421236a.htm
http://www.accionchilena.cl/Secciones/gabi/biblioteca/Santoro/
http://usuarios.lycos.es/christianlr/